Todas las personas tienen derecho a un agua segura para beber, a saneamiento, a refugio y a servicios básicos ya que el agua es vital para la supervivencia y la buena salud de todos
los seres humanos.
El agua es utilizada para:
• El consumo directo: el agua que bebemos y que nuestro cuerpo necesita.
• La agricultura y la ganadería: el agua necesaria para la ganadería y para regar los cultivos.
• La cocción: el agua utilizada para lavar y cocinar los alimentos.
• La higiene: el agua para la higiene personal (ducha, lavado de manos, etc.) y para la higiene doméstica (vajilla, ropa, etc.).
• El saneamiento adecuado: el agua utilizada para las instalaciones y los baños que permiten la eliminación de orina y materia fecal.